Los investigadores aplicaron a manzanas ecológicas dos pesticidas comunes, el fungicida tiabendazol y el insecticida phosmet. Tras varios lavados, mapearon los restos de pesticida: Sumergir las manzanas en bicarbonato durante 15 minutos, seguido de un lavado con agua del grifo, eliminaba todo resto de pesticidas, mientras que lavar con agua o tratar con lejía quitaba solo una parte, pero no todo. El bicarbonato de sodio degrada los pesticidas, maximizando la eficacia del lavado. Estudio
pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/acs.jafc.7b03118