Ante un titular tan impresionante, uno se pone en pre-aviso no vaya a ser que le den gato por liebre. Pero se trata de un artículo de la revista Psychoneuroendocrinology, una de las revistas científicas más importantes en Endocrinología y en Neurociencia, realizado por las universidades de Wisconsin-Madison, Barcelona y Lyon. Además, abre un camino (todavía por investigar) para el posible uso de la meditación como ayuda al tratamiento de condiciones inflamatorias crónicas.
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