Un nuevo estudio que se publica hoy en la revista PNAS ha descubierto que cuanto menor es el volumen testicular del padre, mayor es su implicación en el cuidado del niño. Este dato, añadido a que también existe una relación similar entre los niveles de testosterona de un hombre y la atención que dedica a sus pequeños, parece indicar que existe una compensación entre la capacidad de un macho para aparearse con éxito y la de ser buen padre.
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