Entre los principales objetivos del desarticulado comando Urruti se encontraría la comisaría de la Ertzaintza en el barrio donostiarra de Ondarreta que pretendían atacar mediante una
bici-bomba al paso de una dotación de la policía autonómica. Como medida para evitar los sistemas de seguridad con los que consta la comisaría y las pautas de autoprotección que siguen los agentes, los miembros de ETA habían pensado utilizar una bicicleta con
silla infantil en la parte posterior para no despertar sospechas (visto en
tinyurl.com/9no45v)