Las minas de Aragón, Asturias, Castilla la Mancha y León están totalmente paradas, operando sólo los servicios mínimos pactados. Varios grupos de trabajadores siguen encerrados en varios pozos mineros como señal de protesta, otros han iniciado una huelga de hambre y varios centenares de ellos siguen haciendo la "Marcha Negra" que tiene antecedentes en 1992.