Como veis, basta colocar un trozo de celofán sobre el cristal glaseado para que de repente deje pasar la luz de forma más nítida. Desconozco cuál es la explicación real del fenómeno, pero la respuesta más valorada es la de un usuario que asegura que el cristal tiene pequeñas irregularidades que distorsionan la luz y que el pegamento de la cinta rellena algunas de esas rugosidades y permite pasar la luz un poco mejor, o menos distorsionada.
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