El Pinball Hall of Fame de Las Vegas, el mayor museo de petacos del mundo, ha sido demandado 11 veces por un jugador que pide 10,000 $ porque le prohiben reiteradamente demostrar “su magia” con este tipo de máquinas. El demandante, John Luckett, sin estudios universitarios, hace de su propio abogado y dice que necesitó un psicoterapeuta para recuperarse de la angustia emocional provocada por la expulsión. Sin embargo, más que un “Pinball Wizard”, John esconde un personaje mucho más amargo.