"Existe una curiosa coincidencia de cifras entre lo estimado de beneficio mínimo por este «pelotazo» urbanístico, y la inversión realizada por la empresa para la investigación, desarrollo, e inversión en maquinaria para la fabricación de las MAT-120 que ahora pudiera estar esparciendo Gadafi sobre población civil: 11 millones de euros. Una potente inversión, dado el nivel de la empresa, que se fue por el desagüe del tratado internacional de prohibición de bombas de racimo, pero que ahora el convenio urbanístico podría reintegrarle."
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