Cuando faltan tres semanas justas para que el centro reabra sus puertas tras la ampliación (ha triplicado su superficie en unas obras que han costado 28,5 millones), la familia de Pablo Serrano rompe con la DGA. «Tenemos indicios de que faltan piezas que fueron donadas en su día» La familia del escultor envió el pasado 22 de febrero una carta a la consejera de Educación y Cultura, María Victoria Broto, en la que le comunicaba que ha decidido no prestar apoyo a la exposición de las obras en el centro.
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