Es absurdo oponerse a la Navidad por ser una fiesta con significado cristiano, pues ese significado en el siglo XXI es solo uno más de los que tiene. Y dicho todo esto, recuerdo que España es un país, según la Constitución, aconfesional. Y una cosa es que reconozcamos nuestras raíces católicas y otra muy distinta es que la iglesia católica se salte la Constitución.
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