Por supuesto, la primera respuesta, que es siempre la más simple y la más tonta, es que genera rechazo entre los machistas. Así quedan establecidos dos bandos, delimitados los buenos, delimitados los malos, y bingo.
Pero creo que hay mucho más. Creo que hay gente que se siente agredida por un movimiento que nace agresivo y con ánimo de revancha. Y yo, por ejemplo, no estoy dispuesto a que tomen revancha sobre mis espaldas de las injusticias pasadas.
Recorro brevemente algunas de las razones de este rechazo:
-1- La ley de violencia integral de género destruye la presunción de inocencia de cualquier hombre. Mientras el feminismo no se desvincule de esa salvajada e insista en que es necesario, será un movimiento a combatir, como el fascismo, las sectas, o cualquier movimiento dañino para la sociedad. Poner en tela de juicio la presunción de inocencia, o crear excepciones a ella es bastante para que alguien sea tu enemigo ideológico de por vida.
-2- Distinta calificación jurídica para un delito si lo comete un hombre que si lo comete una mujer. Lo mismo: mientras los delitos dependan de la entrepierna del que los comete, y el feminismo apoye eso, no puede haber paz. La ruptura de la igualdad jurídica es un hecho imperdonable.
-3- Cuotas. La discriminación positiva no existe. Lo que para unos es positivo es que es negativo para otros. El establecimiento de cuotas es el último clavo que le faltaba a nuestra sociedad contra la meritocracia. Cualquier grupo que defienda el establecimiento de cuotas, para lo que sea, es enemigo de la igualdad y confiesa la minusvalía del que recibe la cuota. Las mujeres no necesitan cuotas. Ni son imbéciles ni tiene tara alguna por el hecho de serlo.
-4-Establecimiento de distintas leyes dependiendo de quién sea la víctima. La violencia de género es un delito inaceptable. Poner a la mujer a la altura del menor, o del incapaz. Apoyar eso es inaceptable.
-5- Dar voces con dinero público: me repele el feminismo de hoy por lo mismo que combato el cine español. Porque detesto que se subvencionen con dinero público y luego se diga que no hay recursos para otras cosas. Además, me parece sospechoso que la derecha, tanto política como mediática, apoye estas cosas. Ya lo expliqué en otro artículo.
-6- Mentiras generalizadas, repetidas muchas veces, hasta volvernos idiotas. Por eje,plo, la mentira de que una mujer, en la misma empresa y en el mismo puesto, cobra menos quye su compañero varón. Es falso. Es denunciable.Lo que quieren es que cobre igual una cajera que un albañil, pero lo explican de una manera tan tortuosa que nos pretendan hacer comulgar con ruedas de molino. La brecha salarial, tal y como la presentan, no existe. Y es sólo un ejemplo.Por lo demás, sin problema.
Igualdad, toda.
Derechos, los mismos que yo.
Deberes, los mismo que yo.
Oportunidades, las mismas que yo.
¡Que tengo hijas, caray!