A Silvio Berlusconi le va a hacer falta algo más que una novia para defenderse del torbellino en el que se ha convertido el caso Ruby, la chica marroquí que iba a las fiestas del primer ministro italiano cuando era menor de edad. La Fiscalía de Milán envió ayer una carta a la Junta de Autorizaciones del Parlamento para solicitar permiso para registrar el despacho en Milán de Giuseppe Spinelli, el contable de Il Cavaliere.
|
etiquetas: berlusconi , prostitución , escándalo