“¡Pues no sé que me ha pasado, si yo no he bebido tanto! Habré mezclado demasiado o me habrá sentado mal…” ¿A cuántos de vosotros os suenan afirmaciones como esta? Pues puede que ninguna de esas sea la causa de la embriaguez de quien pronuncia estas frases, puede que simplemente se haya equivocado de vaso en el que beber.
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