El investigador Paul Kammerer se suicidó en 1926 tras ser acusado de falsear sus experimentos. Todo su legado científico se fue a la basura y su nombre engrosó las páginas de la infamia científica. Más de 80 años después de su muerte, una revisión de sus experimentos recién publicada en Journal of Experimental Zoology mantiene que Kammerer no sólo no manipuló sus experimentos, sino que fue el primero en demostrar que el medio ambiente imprime cambios en un individuo que se transmiten de generación en generación.
|
etiquetas: paul kammerer , evolucion , epigenética