En la fachada de una casa del centro de Múnich hay una especie de extraño reloj de aire ultramoderno que resulta un tanto incongruente con el estilo del edificio. Todas las noches, a las nueve y veinte, el reloj enciende sus neones rojos y, un minuto después, vuelve a apagarse. No hay indicación alguna que explique el significado de dicho ritual. Pocos transeúntes se fijan en esa curiosa obra, y menos aún saben que, en realidad, es un monumento que honra la memoria de un hombre que intentó salvar al mundo de uno de sus peores tiranos.
|
etiquetas: hitler , atentado , alemania , georg , elser