El principe Ruperto de Rin, que vivió a mediados de 1600, tenía un chiste [aparentemente lo descubrió él] que acostumbraba a realizarlo a sus invitados en el palacio. Consistía en una gota de vidrio (que se llaman gotas del Principe Rupert) que podía resistir los golpes mas fuertes imaginables [en el 1600] en la parte de gota, pero que cuando se la entregaba en mano de sus invitados, ésta explotaba en miles de partes dejando a esa persona sobresaltada. Versión a 130.000 fps:
www.youtube.com/watch?v=xe-f4gokRBs [ENG]