Madrid ha sido escenario de contrastes este sábado 30 de noviembre. Mientras las principales arterias del centro rebosaban con madrileños y turistas inmersos en las compras navideñas, un torrente de manifestantes atravesaba la ciudad, desde Atocha hasta Callao, con un mensaje claro y contundente: poner fin al genocidio en Palestina, parar los pieas al ultra Netanyahu y cortar los lazos económicos con Israel. Bajo el lema "No nos mires, únete", los participantes interpelaban a los transeúntes que abarrotaban tiendas y comercios.
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Pero como dices algo así sin ni siquiera presentar alguna prueba o artículo o análisis profundo del tema. ¿De verdad te crees lo que estás diciendo? Porque si Israel controla 5 facciones de terroristas en Siria mientras está lidiando con una guerra en su territorio, sería increíble. Me huele a antisemitismo puro y duro. Pero bueno, ya me espero cualquier cosa. Cualquiera os convence de lo… » ver todo el comentario
Es que no es suficiente. Con esto no le puedes echar la culpa al estado de Israel de que manadas de fanaticos violadores islamistas estén invadiendo un país. Es lo único que intento decirte. Puedes sentirte bien al soltar tus comentarios, pero la realidad está muy… » ver todo el comentario
de ser "antijudio" solo por hacer preguntas a exdirectores de inteligencia israelí sobre las relaciones politico-estratégicas de Israel con Al Qaeda y el apoyo logístico de los primeros a los segundos.
Vete a la mierda payaso
Si quieres hacer daño a Israel, se le hace boicot a sus productos.
Tu, tu puta madre y tu puto padre que no conoces me vais a comer los huevos. Vete a la mierda anda.
A ver, quién ha justificado nada y cuál es la mentira?
Hamás empezó esta guerra y está en su mano terminarla.
Una vez más: perder una guerra que tú has iniciado no te convierte en víctima
CC: #13: totalmente de acuerdo contigo, hoy (sí, hoy), hemos conocido la noticia de que Hamas ha declarado mostrarse dispuesto a negociar un acuerdo de fin de guerra. Parece ser que a ellos el genocidio no les tocaba de cerca. Qué desastre cuando la población es la moneda de cambio entre psicópatas.