Procedo a relatar mi historia. Pude presenciar como una familia humilde de Madrid perdía su cachorro, fruto del atropello ocasionado por un animal más grande que él: un hombre sin escrúpulos y su coche. El momento para la familia fue completamente traumático. Me decidí a ayudar a esa pobre familia, al detectar que eran incapaces de coger las riendas del problema que se había ocasionado debido al estado de nervios que se apoderaba de ellos.
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