Aprovechaban permisos de fines de semana para unirse al resto de sus compinches; armados con armas de caza irrumpían en urbanizaciones y pedanías rurales, robando joyas y coches, y empleando una violencia brutal que le ha costado la vida a una joven, Tamara Leyton. La banda de los Flores, asentada en la conflictiva barriada de "el Chicle", en Jerez, donde algunos vecinos recibieron a pedradas a las Fuerzas de Seguridad durante los registros posteriores a las detenciones.
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