Fermín González, alicantino de setenta y dos años, le dijo ayer a Martina Manrique, su esposa de toda la vida, que quería “dejarlo”. Fermín llegó a confesarle a Martina que hacía tiempo, concretamente cincuenta años, que quería decírselo pero que no había visto el momento, de tan ilusionada que la veía.
|
etiquetas: amor , matrimonio , viejos