Hoy, me han abierto los ojos. Nunca antes había visto siquiera un atisbo de verdad en una frase salida de los labios de una señorita(ehem) del Opus Dei. Aunque claro, Concepción, te voy a tener que hacer un par de correcciones, si no te importa, ¿vale?. Aunque te parezca increíble, ¡no somos nosotros los que nos hacemos daño.! Lo que nos hace daño es que un padre nos diga “ojalá fueras drogadicto en vez de maricón”.
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