La infografía no sólo es bonita, sino también funcional. E ilustra la cercanía de todos los idiomas indoeuropeos, una proximidad no siempre aparente. El origen se sitúa en las primitivas formas de la primera personal del singular utilizadas por los pueblos proto-indoeuropeos: "ég", "égHóm" y "égóH". Podemos seguir por uno de sus más ilustres descendientes, el latín: el "yo", allí, tomó una forma conocida por todos, "ego".
|
etiquetas: yo , lenguaje , evolución , protoindoeuropeo , jakub marian