El usuario deposita su vehículo en un aparcamiento específico denominado 'Solpark', que establece un sistema de rotación para el depósito de hasta 16 coches y ocupando una superficie de 24 metros cuadrados. Una vez aparcado el coche, el usuario, a través de una tarjeta personal, puede acceder a una de las bicicletas solares. Con ellas podrá desplazarse por la ciudad a través del habitual sistema de pedaleo, pero recibiendo la ayuda adicional en los momentos de mayor esfuerzo del pequeño motor eléctrico.
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