Peor que permitir a su hijo pequeño conducir el coche fue animarlo a que acelerase la marcha cuando la policía les dio el alto. Gracias que la carga era muy pesada no fueron muy lejos y la patrulla les dio alcance. Los agentes quedaron pasmados al comprobar quién iba al volante, un crío de 13 años. Y su padre, de copiloto. Ocurrió sobre las 17 horas del 4 de marzo. El vehículo conducido por el imberbe lo hacía por la carretera que discurre paralela a la vía del tren entre Vío y As Rañas. Fue ahí cuando se cruzaron con el vehículo policial, que
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