Una de las muchas leyendas que cuentan la llegada del apóstol Santiago a la Península Ibérica dice que arribó a la costa de Gallaecia atravesando en barco las Columnas de Hércules y subiendo luego por el Atlántico; otra versión cuenta que en realidad eran siete discípulos trasladando su cuerpo. En cualquier caso, lo más fantástico del relato es que el viaje se habría hecho en una barca de piedra. Sorprende incluso dentro de su tono mítico porque nada parece más absurdo que navegar en una embarcación de ese material. Ahora bien ¿y si les digo que hay una técnica de construcción naval que hace barcos de hormigón?
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