Un total de 1461 días; 48 meses; 35.040 horas. Ni en la peor de sus pesadillas Noam Shalit contemplaba la posibilidad de estar tanto tiempo sin su hijo Guilad: cuatro años. El 25 de junio de 2006, Noam acudió, como cada día, a su trabajo en una fábrica al norte de Israel. Las emisoras de radio interrumpieron sus emisiones para informar de un ataque de un comando palestino contra una base israelí cerca de la frontera con la Franja de Gaza. En pocos minutos, Israel se llenó de rumores sobre la muerte y desaparición de varios soldados.