Radio Televisión Valenciana se deshace de más de 1300 profesionales. La televisión pública de los valencianos se convierte en un juguete (roto) en manos de políticos que toman decisiones basadas en sus propios intereses partidistas. Más que un juego una estafa. A través del programa referencia para los niños, Babalà, vemos la involución de los contenidos y el interés por conducir una empresa pública en una toma de corriente con múltiples enchufes. [Traducido al castellano en
bit.ly/MCLlFB]