El realismo con le que se representa la escena, la sangre manando y manchando las blancas sábanas, la cara de agonía y el terror en los ojos de Holofernes y sobre todo, la determinación y frialdad que se aprecia en el rostro de Judith mientras lo degüella consigue impresionar desde el primer vistazo al más rudo espectador. Pues si además de todo esto que salta a la vista, les cuento que el cuadro lo pintó una mujer y que es ella la que está degollando tan lindamente a Holofernes, entonces ya resulta casi imposible reprimir un escalofrío.
|
etiquetas: decapitación , holofernes , artemisia gentileschi