Hamudi, Edi, Fernando, Inés, Willie y Carmelo dejaron hace casi un mes sus vidas para volcarse en una causa: que la activista saharaui pueda regresar a su casa en El Aaiún. Todos se plantaron en medio del vestíbulo de la terminal y decidieron no moverse de allí, al lado de Haidar, hasta que se solucionara el asunto. "¡Pero si somos un grupo de mataos y nos están poniendo de espías!", dice el actor Willie Toledo
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