Se trata de una melodía hurrita del 1400 a.C. y que en la versión de Michael Levy vale la pena escuchar. Probablemente no sonaba hace 3400 años de esa manera. De hecho, ni siquiera música más reciente sonaba como la escuchamos actualmente. Un ejemplo interesante podemos escucharlo en este artículo de Slate donde se comparan dos piezas de Bethoven interpretado en un piano moderno y en uno original de 1830.
|
etiquetas: melodía , hurrita , michael levy