En Argentina, una organización social, que se ha dedicado a investigar una forma de construir casas más baratas para gente sin recursos, ha descubierto una forma fácil de triturar el plástico de botellas y envoltorios o incluso cáscaras de cacahuetes, mezclarlo con agua y cemento, y hacer ladrillos y placas. Son mucho más barátos, más aislantes, más resistentes y más ligeros lo que permite la autoconstrucción y la reducción de la basura.
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