Perelman, violinista y jugador de ping pong, sorprendió a la comunidad matemática mundial en 1994 con un artículo extremadamente corto, solo 4 páginas, en el que demostraba la conjetura de Cheeger-Gromoll. Tras 7 años de trabajo lograría demostrar entre 2002 y 2003 la conjetura de Poincaré y la conjetura de geometrización de Thurston, lo que le haría saltar al círculo de la “fama mundial” en ciencia. La periodista rusa Masha Gessen nos cuenta su historia en “Perfect Rigor. [A Genius] + [The Mathematical Breakthrough of the Century]”.
|
etiquetas: matematicas , divulgación , perelman