Los vecinos explican que los camiones cargados con lodos fecales llegan al pueblo desde hace aproximadamente un mes y que lo hacen desde toda Galicia. «Hay días que llegan tres o cuatro camiones», aseguraba ayer uno de ellos, que, como todos los consultados, no quería revelar su nombre para evitar conflictos en un pueblo donde hay tan solo 106 habitantes censados, aunque solo en torno a sesenta residentes. «No queremos tener problemas con un señor con el que te llevas bien, aunque sabemos que está haciendo algo mal», aclaran.
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