Imaginad que sois una chica de 26 años. Ocho y media de la mañana, bata blanca, fonendo al cuello o en el bolsillo, cuaderno, bolígrafos a tutiplén. Habitación de un paciente. Habláis con él y con los familiares y de repente uno de ellos os suelta “señorita, si no le importa, nos gustaría hablar con el médico“.
|
etiquetas: machismo , hospital