Ni economía del conocimiento ni ná de ná…como diría Zenet. Aquí tenemos aeropuertos sin aviones para que puedan pasear por sus pistas las personas, previo permiso del otro Fabra, Carlos, y los coches de carreras. Un recinto de la ópera de 500 millones, -cuya gerente sigue cobrando más que el presidente-, que sirve para las bodas y bautizos de aquellos que pueden pagarlo.
|
etiquetas: sociedad civil , despilfarro , tárrega , valencia