Cada civilización tiene sus creencias y sus historias. Seguramente a esta hora, en el pueblo de Tupinamba en Brasil se está viviendo con pasión y algarabía un momento largamente esperado. El pueblo cuenta las horas para que regrese más de tres siglos después uno de sus artefactos más sagrados: una manta. La historia. La manta (o capa/manto) de los tupinamba, un pueblo indígena de Brasil, es una prenda ceremonial hecha de plumas rojas de guacamayo que mide poco menos de 1,8 metros de alto y presenta 4.000 plumas rojas del pájaro ibis escarlata.
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lo que da penita son la ristra de comentarios idiotas, faltones y chuletas en esta noticia
[...]"Una cierta dosis de polémica rodea la devolución porque una facción de los tupinambá exigía que la capa regresara a las aldeas de Bahía donde fue cosida, a 1.300 kilómetros al norte de Río. La artista lo rechaza por inviable: “Dentro del territorio, con este sol y estas lluvias, ¡no dura ni ocho días!”, exclama."[...]
No hay capas nativas porque "han tenido que pasar siglos" hasta que pudieron tener un sistema de conservación adecuado...
www.wikilengua.org/index.php/Lista_de_colectivos_de_animales
cc #8
Debería haber dicho 'manojo', ya que seguramente, dieron buena cuenta también de su carne...
Mucho ha tardado Dinamarca en darse cuenta que el top manta que se apropió solo contiene reguetón.