La tensión de cuerdas de la que se hablaba en este mismo blog hace casi un año parece cumplir sus predicciones: la paciencia del ciudadano de a pie está llegando a su límite. Y el límite se ha visto estos días en Gamonal, un límite que los políticos burgaleses han sobrepasado. Y, ante esto, los ciudadanos han contestado con la misma moneda: sobrepasando la línea de la protesta pacífica para recurrir a anécdotas violentos para hacer ruido y hacerse oír. El quid de la cuestión es: ¿Recurriremos al método
#Gamonal a partir de ahora?