El PP está desmantelando y deteriorando el sistema sanitario público de gestión directa y traspasando pacientes y actividad a los nuevos hospitales de propiedad privada (cuyo lema es: “dinero público, beneficios privados”). Este tipo de centros fue importado de Gran Bretaña, donde ya existen decenas de hospitales de este tipo, que han llevado a la bancarrota al Servicio Nacional de Salud, al tiempo que se han demostrado como falsas las supuestas ventajas con las que fue promocionado (mayor eficacia, más barato, construcción más rápida...)