El pasado mes de junio, un juez pedía 475 euros a usuarios de Euskaltel que habían descargado la película Dallas Buyers Club a través de torrent. La única prueba que tenían para identificarlos era la dirección IP. Tal y como argumento David Bravo, esa prueba no es suficiente para identificar a un usuario, y finalmente fueron absueltos, lo cual significaba que no era ilegal compartir películas en redes P2P en España. Pero no todos los afectados han corrido la misma suerte.
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