Las autoridades de la ciudad de Pekín han ordenado el desalojo de alrededor de un millón de personas que viven en refugios subterráneos construidos para hacer frente a bombardeos. La medida fue recibida con fuertes protestas de administradores de estos refugios, y un centenar de ellos se reunieron en el parque Chaoyang, en el centro de la ciudad, para pedir que las autoridades supriman un reglamento que fija como fecha límite para la evacuación el día 20 de enero.