Una mujer, quien según una vecina manifestó que Dios le había dicho que “podía volar”, apareció ayer muerta en el fondo de un precipicio de unos 300 metros. “Cinthia estaba como ausente, me parecía que estaba sufriendo uno de sus ataques de locura. Me dijo que podía volar y siguió su camino”, recordó ayer la mujer. José Cortés Segura, padre de la fallecida, confirmó que su hija desde los 18 años tenía problemas mentales y que, además, tomaba medicamentos contra la epilepsia.
|
etiquetas: mujer , volar