Tras varias huelgas de hambre, vigilias y otras acciones, Fátima Hernández había logrado ser una excepción y convertirse en una de las pocas mujeres violadas que obtienen justicia en Nicaragua. Pero ahora su lucha volvió a comenzar y la esperanza que supuso su caso, puede resultar un espejismo.
|
etiquetas: nicaragua , mujeres , violencia , sexismo