La Generalitat de Catalunya ha anulado el efecto AK. Eso se desprende de la sanción de 10.000 euros que acaba de imponer a la compañía Opendoor 2006, comercializadora de la bebida Alcohol Killer (de ahí las siglas AK), que supuestamente baja la tasa de alcoholemia cuando la persona ha bebido. La agencia pública catalana considera que la publicidad de este producto puede inducir a error y puede provocar conductas de riesgo.
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