El bote de humo lanzado ayer por el Gobierno a través de su nuevo libelo oficioso tuvo el efecto buscado. Mientras se perpetraba el mayor atraco de los últimos meses (y mira que ya es decir), las redes de información eran un hervidero de mosqueo hacia Marhuenda, las fotos de su portada, la distribución a bombo y platillo de datos personales y el dudoso estilo con que se empleó en ello. El dinero que Bankia necesitaba fue aumentando conforme pasaba la semana. De 2.800 millones, a 7.000. De 7.000 a 10.000...