No comparto la decisión de que no se pueda publicar la declaración de la renta de los diputados autonómicos. Que el Reglamento de la Cámara no obligue a este gesto de transparencia no significa que esté prohibido. La corrupción es el patrimonio de una minoría de entre quienes nos dedicamos al ejercicio de la política representando a los ciudadanos en una institución. La honestidad, la integridad, la dignidad es, por el contrario, el patrimonio que otros – espero sinceramente que la mayoría – estamos dispuestos a atesorar.