Ingenieros del MIT han fabricado una nueva nanoestructura de silicona recubierta con micropelos que se inclinan en respuesta a un campo magnético. Dependiendo de la orientación del campo, los micropelos hechos de níquel pueden inclinarse para formar un camino a través del cual un líquido puede fluir; incluso puede incluso dirigir el agua hacia arriba, contra la gravedad. También puede interceptar luz, como una persiana convencional. Se podría usar en ventanas inteligentes para manipular la lluvia o la luz. En español:
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