Son días de buenas noticias para las personas y organizaciones que trabajamos el boicot a Israel como herramienta de solidardad con Palestina. Como comprobamos hace unas semanas con el caso de la trasnacional Veolia (ex-constructora del tranvía del apartheid, que uniría las colonias sionistas con la Jerusalem sionista) la presión social puede hacer perder contratos y la perdida de contratos lleva a una trasnacional a 'replantear' sus prioridades. Original en:
www.electronicintifada.net/v2/article10614.shtml