Ni ocultismos, ni mentiras, ni esfuerzos por endulzar una historia que, en ocasiones, tiene poco de dulce. La verdad sobre la adopción se debe conocer para entenderla. Cuando esto no ocurre, muchos jóvenes adoptados se culpan de su abandono, tienen problemas de identidad o sienten rabia hacia la familia adoptiva y la biológica porque no han elaborado el duelo que debe seguir a toda pérdida. Son personas abandonadas, una expresión que en ningún caso se debe temer, sino que es necesaria para comprender.
|
etiquetas: niños , adoptados , historia , identidad