Cuando Guillermo era pequeño, sus padres lo apodaron "el judío". El suyo no era un hogar pacífico: Francisco Gómez, militar de Inteligencia de la Fuerza Aérea, pegaba a menudo a su mujer, Teodora Jofre. "Lo vi amenazarla con un cuchillo, golpearla con la culata de un rifle, tirarla al suelo y gritarle que le iba a pegar un tiro", relató Guillermo ante un tribunal en Buenos Aires, años más tarde.
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