La naturaleza de cualquier régimen al que apoyen los EE. UU. en el mundo árabe es secundaria en comparación con el control. Y a los súbditos se les ignora hasta que rompen sus cadenas. Un ejemplo familiar lo constituye Arabia Saudí, centro ideológico del Islam radical (y del terror islámico). Otro, en una larga lista, es el de Zia ul-Haq, el más brutal de los dictadores de Pakistán, favorito del presidente Reagan, y que puso en práctica un programa de islamización radical (con financiación saudí).
|
etiquetas: islam , noam chomsky , independencia